Y aunque algunas veces no quiera, existes en mi vida. Porque hoy me levante pensando en como sería mi existencia con tu inexistencia. Es loco pensar que pienso que tú piensas que yo siento,…y es loco sentir que tú sientes que yo siento tu existencia.
Esta carta no tiene ni un sentido, pero debo reconocer que mi vida tampoco sin la tuya, creo y siento que tú estas perdido, miro y veo tu presencia.
Hoy me levante entre sabanas blancas y parte de ti, la gran diferencia era que tu no estabas para decírtelo, porque el que seas intangible añora tu presencia, entre que seas parte de la nada y en que te vea en parte ilusionada.
Algún día si es que existes leerás esta carta, para ese tiempo yo estaré junto a ti entre un pedazo de alma que vive tu presencia, entre un presente que llora tu inexistencia.
Para ese tiempo el pensamiento melancólico tendrá un nombre y un cuerpo, y te juro amor que estarás en mi universo, porque en ese tiempo, las estrellas para mí serán mas grandes y tiritarán entre nuestra vida.
Admito que te he visto en varios hombres, pero creo y siento que no has llegado, es loco escribir a lo inexistente pero es más loco si no sintiera lo que siento.
Esta locura de pensarte entre mi vida, creo que me hizo encontrarte…no me quiero arriesgar a pensar que ya eres parte de mi, sólo quiero que las cosas transcurran en un tiempo en que la razón no juegue este juego.
También es loco cuando te miro, pero se ilumina el mundo cuando brillan tus ojos, ¿Me estaré enamorando o la inexistencia se estará olvidando?
