miércoles, 14 de mayo de 2008
Cuando el sentimiento traspasa el alma

Durante este último tiempo, he estado entre miles de cosas de la universidad y mi práctica en un diario local (que cuál gracias a Dios ya me entregaron la evaluación y fue la nota más alta). Aprovecho de agradecer la preocupación de mi fiel amiga Livaex que estaba al tanto si actualizaba el blog.
Pero dentro de todo el torbellino de cosas que hago y que me suceden, me he sentado ahora frente al computador a pensar sobre la importancia de ser más sentimiento que cabeza.
Sin duda, yo me defino como una persona que vive sus sentimientos intensamente y derrocha emoción desde lo más interno de mi ser, pero el ser así me genera discusión desde ese mismo interior, ya que siento que ha muy poca gente que por ejemplo daría lo que fuera por ayudar a quien lo necesita o trabaja el complejo concepto de empatía.
Y es que esto me hace sentir que el universo es muy grande para mí. Necesito darme cuenta que todavía hay alguien que se emociona cuando un bebé toca con su pequeñita mano la de uno o cuando un abuelito te da las gracias y te mira con cara de esperanza.

Yo se que el mundo gira muy rápido, pero a veces es necesario detenerse para sentir el aire que da la rapidez.
Sin duda necesito volver a creer que existen corazones en la tierra más que cabezas pensantes.
 
posted by Verónica Carmona at 18:16 | Permalink | 10 comments