viernes, 28 de diciembre de 2007
Inexistencia.


Ya llegó el día. Me gustaría ser una parte del cielo, en el que tu infinito y el mío se relacionen y se complementen. La nada se hace gigantesca y entre tu cielo y el mío existen nubes que acogen nuestros pensamientos.



Ya todo es nada y nada es todo. El sabor es insípido y nuestra alma crece. Creo que me vuelvo a enamorar de ti.



Te miro desde muy lejos pero te veo de cerca. No me gusta verte llorar ni que tengas pena. Yo te amo aquí y ahora, yo te siento, pero distinto.



Recuerdo cuanto esperé tenerte. Recuerdo ese verano en que las palabras sobraban, en el que nuestro cuerpo era el lenguaje y la armonía perfecta. Ahora todo es distinto pero mejor.



Ya llegó el día y soy esa mezcla de que hablábamos siempre. Un poco de inexistencia sumado a un poco de misterio. No llores por favor, porque tus lágrimas rebotan como cuchillos en mi alma.



Te quiero, pero te espero, te amo y no me engaño. Te juro que mi vida aunque no sea ya tuya está en calidad de préstamo…sólo te pido que no llores, porque mi inexistencia comienza cuando empieza la tuya.
 
posted by Verónica Carmona at 13:03 | Permalink | 13 comments
jueves, 13 de diciembre de 2007
Maravillas de amarte.

Lo maravilloso de estar entre la tierra y el cielo
No es lo tangible que me dan tus manos
Ni el sentimiento que muchas veces entregas en vano
Es lo incontenible de mi alma
Entregada a la tuya.

Creo y siento que la vida existe
Es tu forma la que le da existencia a la mía
Déjame que llene el jardín de flores
Y darle a cada flor un poco de agua
Cada vez que me des un beso.

Porque lo maravilloso de amar
Es simplemente amar,
Porque lo maravilloso de existir
Es simplemente amar.

Deja que te susurre al oído
Todo ese canto que tengo cada mañana
Deja que entre por mi ventana
Un poco de amor a mis sentidos;
Porque te amo cada molécula más cada día
Y porque me das alegría te amo.

Eres un sin fin de cosas que llena mi alma
Eres un poco de cada verso en mi vida
Eres una vida reposada
En cada amor, en cada alegría.

Y no es mentira que tus ojos me hablan
Porque cada mirada tuya
Enciende mi mirada ausente
Y la hace presente
Cada vez que despierta mi vida,
Eres una llama encendida
En la alborada
Y eres ese príncipe que despierta
Pero que al mismo tiempo sueña con mi amor.
 
posted by Verónica Carmona at 11:55 | Permalink | 9 comments
lunes, 3 de diciembre de 2007
La importancia de vivir sin etiquetas

Desde niños a los seres humanos se nos forma destacando diversas fortalezas y debilidades, transformándolas en etiquetas de las cuales en el proceso de madurez es difícil desprenderse.

“Pero hijo, si usted puede…usted es inteligente” es una frase recurrente y muchas veces inocente de los padres hacia sus hijos, en ese sentido, ¿piensan los padres en la mochila emocional que van cargando con la etiqueta de “inteligente”?.

Porque claro, el niño comienza a tratar de demostrar a lo largo de su vida que lo es y muchas veces piensa que demostrándolo nunca lo dejarán de querer. ¿Hasta qué punto somos responsables de nuestra propia mochila emocional?

Luego, al pasar el tiempo sucede lo increíble y predecible. Inseguridades, vulnerabilidad extrema e incluso frustraciones contínuas que desprenden de un niño que no puede (y después no quiere) sacarse esa mochila emocional o etiqueta.

Nosotros como adultos y formadores de nuestros niños, sean primos, sobrinos o hijos no podemos cargar a los infantes con la responsabilidad de hacerlos partícipes de nuestras metas no cumplidas y al mismo tiempo condenarlos de por vida a un proceso de aceptación de ellos mismos lento y frustrante.

El educar, el formar, implica la sabiduría de aprender de los errores y transformarlos en fortalezas, el educar, además implica la virtuosa forma de mirar la vida como una potencialidad de dulce y agraz, apreciando y disfrutando lo dulce pero preparado para probar lo agraz.

Paso a un simple ejemplo, en nuestra educación actual se sanciona a los niños por los errores, es decir, si tiene todo malo en la prueba tiene un uno, un uno que implica frustración, limitaciones y miedos al aprendizaje…ahora, ¿no podemos transformar esos errores en una ventaja competitiva?¿Cómo poder transformar ese error en un desafío superable?

La misma tarea de la educación queda para nosotros como adulto formadores y para los niños que esperan no ser aceptados por necesariamente todos sus logros; sino que ser aceptados por su esencia y su virtud de ser niños.
 
posted by Verónica Carmona at 13:28 | Permalink | 6 comments